La Defensoría del Pueblo porteño le pidió al Ejecutivo que reformule el proyecto y se construya un edificio más bajo. En el gobierno argumentan que la aprobación “es legal”. Para los vecinos, “el interés privado estuvo por sobre el público”.
Una torre de 90 metros de altura –planta baja y 26 pisos– que ha comenzado a construirse en San Telmo amenaza con cambiar la fisonomía del barrio y ha puesto en pie de guerra a los vecinos. El proyecto inmobiliario fue aprobado en septiembre por el gobierno porteño, pero los vecinos se enteraron a principios de este año, cuando comenzaron las excavaciones. La Defensoría del Pueblo de la Ciudad acaba de emitir un dictamen en el que recomienda al Ejecutivo que “arbitre los medios a su alcance para la reformulación del proyecto”, para que la construcción no supere los doce pisos. Desde el Ministerio de Desarrollo Urbano sostienen que la edificación “se ajusta a la ley: no hay una normativa que impida que el proyecto se haga”, dijo una fuente de esa cartera. Para los vecinos, en este caso, “el interés privado estuvo por sobre el interés público”.
La cuestionada construcción es la denominada Torre Quartier, que se está levantando sobre la avenida Garay, entre Piedras y Chacabuco, con salida hacia ambas calles laterales, en un terreno de casi 4000 metros cuadrados. El proyecto contempla edificar casi 30.000 metros cuadrados cubiertos, destinados a vivienda, oficinas y estacionamientos, con una altura total de 89,70 metros. Actualmente, en San Telmo no hay edificios de superen los 36 metros.
“Desde principios de 2009, cuando empezó la demolición, estamos preguntando en el Ministerio de Desarrollo Urbano qué iban a construir en ese predio. Nos dijeron que habían pedido permiso para construir una vivienda multifamiliar de 55 metros cuadrados. Una tomada de pelo”, dijo a este diario Patricia Barral, de la organización San Telmo Preserva.
Los vecinos pretenden que esa zona de San Telmo, ubicada en pleno Casco Histórico de la ciudad, sea considerada Area de Protección Histórica (APH), con lo cual las construcciones sobre la avenida Garay no podrían superar los 22 metros de altura, mientras que en las calles transversales se podría edificar hasta 16 metros de alto.
Actualmente, el APH comprende el área entre Paseo Colón y Perú desde Plaza de Mayo a Parque Lezama. Curiosamente, un proyecto del diputado del PRO Patricio Di Stéfano, actualmente en la Legislatura, propone extender esa área hasta la calle Piedras y la avenida Garay, comprendiendo los terrenos involucrados en el proyecto Quartier. En el gobierno porteño argumentan que “ese proyecto ni siquiera comenzó a ser tratado en comisión”, comentó a este diario una fuente del Ministerio de Desarrollo Urbano.
“La aprobación puede ser legal, pero no se ha tenido en cuenta el impacto que va a producir este edificio en el entorno”, dijo a Página/12 el arquitecto Alberto Martínez, coordinador de San Telmo Preserva. “Va a tener impacto en la infraestructura, el agua corriente, las cloacas, la electricidad, pero también en la fisonomía del barrio: va a crear un cono de sombra impresionante sobre las manzanas vecinas.”
El adjunto de la Defensoría del Pueblo, Gerardo Gómez Coronado, consideró que si bien la aprobación del proyecto es legal, “no era obligatorio otorgarle la máxima altura posible, teniendo en cuenta que había un proyecto de ley que incluía esa zona como APH”. El defensor explicó a Página/12 que el Ejecutivo aprobó “la peor de las tres tipologías posibles para la construcción de edificios: entre medianeras (sin espacios libres), que es la que predomina en el barrio, con menor altura; con perímetro semilibre y con perímetro libre, que es la que permite la construcción de estas torres inmensas”. La elegida para el caso de la avenida Garay fue la última.
El dictamen de la Defensoría, redactado por Gómez Coronado y firmado por la titular del organismo, Alicia Pierini, recomienda al gobierno porteño que “arbitre los medios que estén a su alcance para la reformulación del proyecto arquitectónico en el terreno de Garay 701/19/35 (con entradas por Piedras y Chacabuco) adecuándolo a la tipología ‘edificio entre medianeras’”. Esa categorización permitiría construir sobre todo el terreno, lo cual reduciría la altura permitida a 12 pisos sobre la avenida Garay.
La resolución también sugiere que a partir de la notificación, para el futuro otorgamiento de permisos para la construcción de emprendimientos similares dentro del Casco Histórico, “le dé intervención al organismo de aplicación de las normas de protección patrimonial, establecido por el Código de Planeamiento Urbano”.
La resistencia a la construcción de la torre está impulsada por las organizaciones vecinales San Telmo Preserva y Basta de Demoler, que ya habían tenido un enfrentamiento con el gobierno porteño a raíz del proyecto de peatonalizar la calle Defensa, eliminando los tradicionales adoquines de esa arteria. En aquella partida los vecinos lograron frenar la obra y conservar los adoquines, acuerdo judicial mediante. En un acta que fue firmada el 19 de mayo de 2009, el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chain, coincidió con los vecinos en que “el Casco Histórico de la Ciudad está constituido por el polígono delimitado (entre otras calles) por Ingeniero Huergo, Independencia, Brasil y Lima”, área donde se construye la controvertida torre de San Telmo.