

SUPERAMOS LAS 3500 FIRMAS
SUMÁ LA TUYA!
Como vecino de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, expreso mi preocupación y rechazo por la construcción de una torre de 27 pisos en Garay y Chacabuco, barrio de San Telmo. Con mi adhesión, solicito al Gobierno de la Ciudad, a sus Legisladores y a los proyectistas modificar el proyecto al efecto de reducir su impacto negativo e irreversible en el Casco Histórico.
(Los datos recopilados revisten carácter confidencial y serán únicamente empleados a los efectos de apoyar la iniciativa de la referencia.)
Ambito Financiero - Nota - Política - Pág.13
Por: Patricia García
Curiosa, es en la Ciudad de Buenos Aires, la oposición al oficialismo (PRO) al punto que por manifestarse en contra de decisiones del Gobierno termina ahora impulsando que se acelere la sanción de una ley del macrismo, es decir del oficialismo. Se trata de un proyecto que limitará las construcciones en el barrio porteño de San Telmo para ampliar la zona de protección histórica. El apuro responde a una queja de los vecinos por el comienzo de la construcción de una torre de gran altura que, cuando se concluya, será el edificio más elevado de la zona, y está ubicado a unos doscientos metros del casco histórico porteño.
Ayer, legisladores de varias bancadas opositoras, entre ellas de Proyecto Sur (Pino Solanas), Coalición Cívica, y el ibarrismo que conduce Eduardo Epsztein, impulsaron un pedido al Gobierno de Mauricio Macri para que suspenda «el permiso de obra que autoriza la construcción de una torre de 90 metros de altura, a pocos metros del casco histórico de la Ciudad».
La movida coincide con que hoy el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, junto al legislador porteño del PRO, Patricio Di Stéfano, promocionarán por la tarde obras del plan de restauración de fachadas en el área histórica de San Telmo que consistieron en la reparación de los frentes de las propiedades más antiguas.
Precisamente, el legislador macrista es autor del proyecto presentado para que se amplíe la superficie del casco histórico extendiéndola desde la calle Perú hasta la avenida 9 de Julio, lo que pondría bajo el área de protección a un centenar de propiedades, que no podrán modificar sus frentes como tampoco demolerse para construir nuevos edificios, entre otras restricciones.
«Mientras Rodríguez Larreta se pasea por las calles de San Telmo -presentando la restauración de fachadas- y sus legisladores impulsan proyectos para ampliar el casco histórico y prohibir la construcción de edificios de perímetros libres, Macri autoriza la construcción de una monumental torre de casi 30 pisos, rompiendo el tejido urbano y alterando brutalmente la identidad del barrio», se quejó Epsztein.
Permiso consedido
Sin embargo, el titular del bloque PRO de la Legislatura porteña, Cristian Ritondo, si bien coincidió en darle impulso al proyecto propio del oficialismo, explicó que el permiso de obra para la torre que desató la polémica está concedido. De ese modo, aunque se sancione la ley, no habría manera, excepto con una medida especial del Gobierno porteño, de detener la obra.
El edificio de más de veinte pisos está planificado sobre la avenida Garay entre Chacabuco y Piedras.
La construcción ya cuenta con el rechazo de los vecinos, que anunciaron una movilización a modo de protesta para el fin de semana con la idea de recolectar firmas y solicitar, en sintonía con la oposición al PRO, que Macri detenga la obra, que consistiría en una torre de 89,7 metros de altura y 27 pisos, en avenida Garay al 700.
Lo cierto es que aún no hay fecha para el tratamiento de ley y que además este tipo de normas requieren de una doble lectura, es decir, la votación en el recinto, la realización de una audiencia pública y luego la segunda votación para darle sanción definitiva. El proceso dura varios meses. El proyecto fue presentado en diciembre y comprende que el polígono desde Plaza de Mayo hasta el Parque Lezama y desde Paseo Colón hasta Perú se extienda hasta la avenida 9 de Julio como fue originalmente el casco histórico cuando se calificó la zona de protección.
Además, existe otra propuesta, de crear otro casco histórico en el área que rodea la Plaza de Mayo hacia el norte, es decir hacia Retiro. El legislador Di Stefano explicó que un «área de protección histórica tiene limitaciones a la construcción, edificios protegidos que no se pueden demoler y los edificios nuevos tienen que entonar en su arquitectura, y también incluye el mobiliario urbano».
La recolección de firmas, que es organizada por las asociaciones San Telmo Preserva, Proteger Barracas y Basta de Demoler, se realizó entre las 14 y las 17, en la esquina de la plaza Dorrego, en Humberto I y Defensa.
Según un comunicado de los organizadores del reclamo, "el proyecto de las empresas Argencons y Constructora Sudamericana y del estudio Camps-Tiscornia contempla la construcción de un edificio de 89,7 metros de altura y 27 pisos. Emplazada en Av. Garay al 700, entre Chacabuco y Piedras, la torre se construirá dentro del casco histórico y a sólo doscientos metros del área de Protección Histórica N° 1". El Código de Planeamiento Urbano de la ciudad prohíbe expresamente la construcción de edificios de estas características en áreas de protección histórica, aunque en este caso, como admite el comunicado de las organizaciones vecinales, la torre no estará ubicada dentro de esa área, sino a dos cuadras.
"Si bien el predio mencionado aún no fue incluido en esa zonificación, ya existe un proyecto de ley en la Legislatura porteña que contempla esa medida y que cuenta con el acuerdo de varios diputados para su próxima aprobación", según explicaron.
Los vecinos intentarán, además de suspender y modificar esa obra, "exigir que se amplíe el área de Protección Histórica N° 1 [APH1] y que se establezca una zona de amortiguación en las zonas aledañas al área de protección, y limitar a diez metros las alturas máximas permitidas", concluyó el comunicado.
Firme acá. Vecinos de San Telmo y caminantes que firmaron por la causa.
Además de las críticas vecinales, la polémica plantea la necesidad de modificar el actual Código de Planeamiento Urbano (CPU), y acelerar el proyecto de ampliación del Area de Protección Histórica (APH1).
El Ejecutivo porteño, por un lado, habilita la construcción de la megatorre, y por el otro, apura la iniciativa de ampliar la superficie del Casco Histórico. Patricio Di Stéfano, legislador del PRO y autor del proyecto, busca extender el área APH1 desde la calle Perú hasta la avenida 9 de Julio.Esto implicaria poner bajo la órbita de protección a un centenar de propiedades, incluida la manzana de la torre en discordia. A su vez, legisladores de la oposición piden a Macri que suspenda el permiso de obra.
Voces cruzadas. El emprendimiento, aprobado en septiembre de 2009, se encuentra finalizando la base estructural del edificio, etapa que complica la posibilidad de reformular el proyecto, como plantea la Defensoría ante el Ministerio de Desarrollo Urbano.
“Si bien hay un costo de inversión, aún es posible transformar la obra. De todos modos, edificar con un vecindario en contra también tiene un alto riesgo”, señala a PERFIL Gerardo Gómez Coronado, defensor adjunto de la Ciudad. Coronado, a través de una resolución, solicita al Ejecutivo que “arbitre los medios que estén a su alcance para reformular el proyecto”. El objeto es adecuar la obra según “la tipología de edificio entre medianeras” que habilita alturas mucho menores. En cambio, para Sergio Levit, vocero del Ministerio de Desarrollo Urbano, la legislación no presenta dudas. “Quartier se ajustó a la ley y por eso se aprobó. Entiendo que un grupo de vecinos esté molesto, pero no podemos hacer nada. Si quieren modificar la normativa tendrán que presentarse en la Legislatura”, argumenta.
Plan original. La obra, a cargo de la desarrolladora Argencons y el Estudio Camps-Tiscornia, demandará 40 millones de dólares y finalizará en diciembre de 2011. Ocupará el 40% de una manzana, con la construcción de 30 mil m². Contará con 376 departamentos, con un valor que va de los 55 mil hasta los 160 mil dólares. A la fecha, la torre está vendida en su totalidad. “Nos ajustamos a la ley. La Municipalidad aprobó el proyecto y dimos inicio a la obra”, explica Ignacio Camps, directivo de Argencons. Los desarrolladores también aseguran que los estudios de impacto ambiental fueron presentados y están en regla.
“No nos vamos a prestar a un debate con dos o tres personas. Si se presenta algún funcionario lo recibiremos con gusto. Si los vecinos necesitan ser escuchados, lo haremos. Pero la Municipalidad es quien tendrá que hacerse cargo. La Defensoría tendrá que buscar respuestas allí. Y en el caso de darle curso a la resolución, tendremos que defender la obra”, declara Camps, sin margen de negociación.
No a la torre. El CPU vigente prohíbe la construcción de torres en áreas de protección histórica. Aunque el predio en cuestión no esté en el APH1, el proyecto de ley impulsado por el diputado Eduardo Epszteyn, de Diálogo por Buenos Aires, intenta fijar límites a esta modalidad edilicia. Las organizaciones San Telmo Preserva, Proteger Barracas, No a las Torres y Basta de Demoler recolectarán firmas en Plaza Dorrego mañana a las 14 horas. Exigirán una reducción de la altura de la torre Quartier, que se amplíe el Area de Protección Histórica y que se establezca una zona de amortiguación en las zonas aledañas al APH1, limitando a diez metros las alturas máximas permitidas.
Vecinos exigen cambios